El lince ibérico (Lynx pardinus) es mucho más que un felino elegante y ágil; es un símbolo de conservación y biodiversidad en la península ibérica. Considerado el felino más amenazado del planeta a principios de siglo, su recuperación está siendo un éxito, aunque su situación sigue siendo delicada. En este artículo exploraremos cinco aspectos básicos de su biología, desde su hábitat hasta los esfuerzos por evitar su extinción.
¿Dónde vive el lince ibérico? Su hábitat natural
El hábitat del lince ibérico es uno de los elementos más determinantes para su supervivencia. Es una especie característica de paisajes diversificados, con mosaicos de matorral, arbustos y arbolado disperso entre pastos herbáceos y roquedos. Pero tan importante es el estado del hábitat como la presencia de alimento, por lo que el lince se ha debido adaptar también a otros escenarios de carácter más agrícola donde abunda el conejo.
El papel del monte mediterráneo
El lince ibérico habita principalmente en áreas de monte mediterráneo, donde la vegetación densa y los matorrales le proporcionan refugio para cazar y reproducirse. La vegetación de este ecosistema está adaptada al calor y sequía estivales y está formada principalmente por especies representativas como la encina (Quercus ilex y Quercus rotundifolia), el alcornoque (Quercus suber), el quejigo (Quercus faginea) o el acebuche (Olea europea var. sylvestris) en el estrato arbóreo y un estrato de matorral muy importante formado por especies como el lentisco (Pistacea lentiscus), labiérnago (Phyllirea angustifolia), madroño (Arbutus unedo), mirto (Myrtus communis) o varias especies de jaras (Cistus sp.).
El monte mediterráneo también cuenta con una abundante población de conejos, la principal fuente de alimento del lince ibérico y de más de 40 especies de aves y mamíferos que depredan sobre él como el águila imperial ibérica, también catalogada en peligro de extinción.
Principales localizaciones en España
Actualmente, las principales poblaciones de lince ibérico se encuentran en Sierra Morena y Doñana (Andalucía), en Extremadura y en Ciudad Real y los Montes de Toledo (Castilla la Mancha). También existe una población de la especie en nuestro país vecino, Portugal.
Tamaño y características físicas del lince ibérico
El tamaño del lince ibérico y sus características únicas lo hacen fácilmente reconocible entre los felinos. Es el representante mediterráneo de su género, con un tamaño menor que el lince euroasiático o boreal (Lynx lynx).
¿Cuánto mide un lince ibérico?
Un lince ibérico adulto mide entre 75 y 86 cm de longitud desde el hocico hasta el inicio de la cola y entre 43 y 46 cm de altura a la cruz y pesa de 10 a 14 kg, dependiendo del sexo, siendo los machos de mayor tamaño que las hembras.
Rasgos únicos que lo diferencian
El lince ibérico se caracteriza por sus orejas puntiagudas con pinceles de pelo negro, una barba facial prominente y su cola corta con el extremo negro. Su pelaje moteado es perfecto para camuflarse en el entorno.
¿Qué come el lince ibérico? Su dieta y hábitos de caza
Importancia del conejo en su alimentación
El conejo europeo (Oryctolagus cuniculus) constituye sobre el 90% de la dieta del lince ibérico, aunque también puede alimentarse ocasionalmente de aves como la perdiz, crías y hembras de cérvidos e incluso carroña. Esta superespecialización le hace más vulnerable ante la disminución de las poblaciones de conejo a causa de enfermedades como la mixomatosis o la neumonía hemorrágica vírica, lo cual ha afectado gravemente a este depredador. Actualmente se llevan a cabo actuaciones para fomentar las poblaciones de conejo en la península ibérica a través del proyecto LIFE Iberconejo.
Adaptaciones como cazador
El lince ibérico es un superdrepedador, un cazador sigiloso y especialista que utiliza su pelaje moteado, su aguda visión y oído y su agilidad para acechar y emboscar a sus presas. Suele cazar al amanecer y al atardecer, cuando los conejos están más activos.
¿Cuántos linces ibéricos quedan en la actualidad?
Esfuerzos de conservación y recuperación
A principios de los años 2000, la población del lince ibérico contaba con menos de 100 individuos. Gracias a los grandes esfuerzos para su conservación y recuperación mediante proyectos como LIFE+Iberlince o LIFE Lynxconnect y a la cría en cautividad, su población ha aumentado de manera significativa.
Estado actual de su población
En el censo del año 2024, se estima que existen más de 2.400 linces ibéricos en libertad, distribuidos en varias áreas de la península ibérica. La población de este felino se ha multiplicado por 20 desde que comenzaron las primeras actuaciones de conservación.
En 2024 el lince ibérico ha reducido su categoría de amenaza de “en Peligro” a “vulnerable” según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Aunque a nivel legal sigue catalogado como “en peligro de extinción” por el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.
Las mayores áreas de distribución en España se sitúan en Andalucía, Extremadura y Castilla la Mancha. Durante los últimos años se han realizado reintroducciones en nuevas áreas (Granada y Murcia), con el objetivo de conectar territorios. Estos linces proceden tanto del Programa de Cría en Cautividad Ex-situ, como de ejemplares traslocados.
Puedes consultar más datos acerca del censo de 2024.
¿Por qué está en peligro de extinción?
Existen múltiples causas, la mayoría de origen humano, que afectan a la supervivencia del lince ibérico. Considerado como una “especie paraguas”, pues su presencia está asociada a la de otras con requerimientos similares en cuanto a hábitat o alimentación, su protección garantiza (o al menos facilita) la conservación de otras muchas.
Factores históricos que llevaron a su declive
El declive del lince ibérico comenzó en el siglo XX. Algunas de las causas fueron:
– Su caza indiscriminada.
– La pérdida y fragmentación del hábitat debido a la urbanización o a la agricultura intensiva.
– Las enfermedades del conejo que disminuyeron drásticamente sus poblaciones en algunas áreas.
– Las enfermedades y la baja variabilidad genética de la especie, los llevó a una situación límite.
Amenazas actuales
Las principales amenazas detectadas en 2023 incluyen:
– Atropellos en carreteras y otras infraestructuras lineales.
– Causas naturales (patologías principalmente, seguidas de peleas entre miembros de su misma especie).
– Accidentes en infraestructuras de almacenamiento de agua (pozos, balsas, acequias, etc).
– Persecución directa: trampas, veneno y disparos.
– Aunque algunas de las amenazas históricas pueden continuar siendo un problema, hay que destacar la difícil situación para el conejo de monte. Es imprescindible su recuperación para garantizar la supervivencia de muchos de sus depredadores como el lince ibérico o el águila imperial.
El lince ibérico es una pieza fundamental del ecosistema mediterráneo, no solo por ser un depredador clave, sino también por su rol en el equilibrio de las especies que habitan su territorio. Conocer los aspectos básicos de su biología es un primer paso para valorarlo y entender por qué debemos protegerlo de la extinción.
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